La estimulación temprana
en el niño preescolar busca fortalecer la capacidad de aprendizaje y
adaptación en esta etapa, por medio de estímulos visuales auditivos y
del tacto a través de ejercicios o juegos repetitivos, cuyo objetivo es
lograr un incremento y potenciación de las funciones cerebrales en los aspectos físicos, sensorial y social. Pero, no se trata simplemente de una serie de ejercicios, masajes y caricias (sin un propósito claro). Es mucho más que eso, es conocer cada paso el proceso de formación de la estructura cerebral infantil.
El niño de 4 a 6 años
Resulta de gran importancia unificar grupos de niños
en primer lugar por su edad y luego por sus habilidades, debido a que
no se puede poner los mismos objetivos a niños que cuenten con distintas
capacidades. El desarrollo de cada uno está en función de su edad,
aunque siempre se debe considerar la individualidad y particularidad de cada pequeño.
En
el caso de la etapa preescolar (4 a 6 años) el niño depende totalmente
de sus padres, y su cerebro está en vigoroso desarrollo recogiendo todo tipo de información del medio ambiente que le rodea. Cada etapa del niño preescolar tiene su momento y, por ello cada etapa necesita de diferentes estímulos, estos estímulos están relacionados con el grado de desarrollo individual de cada niño. Así que aquí no se vale presionar ni hacer comparaciones.
El
objetivo de la estimulación temprana no es pues forzar al niño
preescolar a lograr metas que están fuera de su alcance, sino mas bien
reconocer y estimular su potencial particular dándole nuevos retos y
actividades que fortalezcan su autoestima y aprendizaje.
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